lunes, 2 de noviembre de 2009

EL KARMA, LA CONCIENCIA PARA LA CONCIENCIA

EL KARMA
La conciencia para la conciencia
Desarrollo del equilibrio de Dios

Según el texto desarrollo del equilibrio de Dios, todo lo que percibimos
con los sentidos es conciencia que cumple un objetivo hacia la conciencia,
estos objetivos están sujetos a la conciencia Divina Eterna que los
determina según su nivel de vibración o equilibrio.
El objetivo es una causa y un efecto, la conciencia de una causa se
sincroniza con la conciencia de un efecto, solo hay una conciencia, la
conciencia Divina, pero actúa a la vez en ambos casos.

De este modo cada diferencia en la conciencia, pensamientos,
sentimientos, emociones, sensaciones y actos, conlleva a un efecto, y ese
efecto a una causa o diferencia que se establece en la conciencia
(transformación).Cada acto que se realiza está sujeto a un efecto, y a su
vez a una nueva causa, y ambos corresponden a un nivel de vibración
determinado.
Todas las causas y efectos están contempladas por la conciencia Divina y
cumplen el objetivo que la conciencia Divina determina, para cada nivel
de vibración del ciclo.
Está establecido sobre todos los niveles de vibración, o niveles de causas
y efectos de todos los ciclos sobre la Bondad, Gratitud, Amor, Felicidad,
Alegría, Humildad, Piedad, y Paz.

Es por eso que todo cuanto podemos observar con nuestros sentidos, ya
está contemplado por Dios, cumple su objetivo, en el lugar exacto que le
corresponde, por lo tanto todas las causas y efectos posibles están
sujetos a la contemplación Divina y al movimiento dispuesto para ellas,
es por eso que todo cuanto nos rodea sufre la transformación, y en el
ciclo del planeta tierra y ser humano, ocurre del mismo modo.
En cada ciclo de la conciencia Divina, actúan unas causas y unos efectos
determinados y contemplados por la conciencia Divina, es decir cada
ciclo superior sincronizado a todos los ciclos superiores, sirve a la
determinación de la conciencia Divina Eterna, y forman la conciencia
Divina Eterna o Luz.

Cada nivel de equilibrio y su ascensión están contemplados en la
conciencia Divina. En el caso del ser humano, Dios determina que se sitúe
en una causa que le sitúa en un efecto, y así sucesivamente en todo lo
contemplado. Al mismo tiempo la conciencia Divina a través de nuestros
sentidos y en los ciclos que formamos nos muestra las causas y los
efectos, y su movimiento (como esta sincronizado en todo lo que
percibimos con los sentidos).
Dependiendo del nivel de vibración de conciencia en que nos
encontramos, podremos percibir más o menos claramente, el camino que
nos lleva en la misma dirección del camino, o la causa que nos lleva a un
efecto.

Las causas y sus efectos, determinan el objetivo de ascender o descender
en los ciclos que forman la conciencia Divina, de forma que hay causas y
efectos para ascender y descender.
Y todas las causas y efectos se reflejan en los pensamientos,
sentimientos, sensaciones, emociones, acciones, y observación (opinión),
de los ciclos que formamos, y expresan nuestra forma de ser.
Cuando hacemos meditación y nos vamos reconociendo, vemos nuestro
nivel de vibración y todos los niveles de Dios, y es cuando podemos
situarnos y podemos ver más claramente a Dios, y vemos el camino
que nos lleva hacia delante (ascender), y hacia tras (descender), todo
se refleja en nuestro ser y en la vida que somos.