lunes, 2 de noviembre de 2009

Desarrollo del equilibrio de Dios

La existencia de todo lo que actualmente conocemos hoy día refiriéndonos principalmente a todo lo que estaba y está antes y durante el proceso de transformación que da lugar a la evolución de la capacidad racional del ser humano, a subsistido en un equilibrio basado en un patrón en el que cada existencia tiene un objetivo hacia la misma existencia; expresando que cada ser unicelular, animal, vegetal, humano o átomos de materia es energía, y no por separado como hemos nombrado a cada uno de ellos sino una misma energía con diferentes objetivos.
Estos objetivos son posibilidades infinitas de coexistencia dentro de toda la energía para el equilibrio de si misma; que en continuo movimiento y dentro de ese movimiento se da lugar a las transformaciones que observamos con nuestros sentidos hacia todo lo que sabemos que existe, dentro de nuestro universo y en todos los universos paralelos al nuestro.
Estas posibilidades infinitas y su movimiento siguen como hemos dicho anteriormente un patrón; esto es la vibración cósmica o equilibrio energético que da lugar a que la energía sirva a la energía eternamente, para perpetuar la existencia del propio equilibrio. A este patrón a lo largo de nuestra evolución se le ha llamado Luz y esta formado y diseñado de la siguiente manera:

Ciclo superior: que es la energía vibratoria resultante de un conjunto de Universos.
Ciclo medio: que es la energía vibratoria resultante del conjunto que forman un Universo; (planetas, soles, estrellas, cuerpos azules, nebulosas etc.)
Ciclo intermedio: es la energía vibratoria resultante en cada componente de un Universo; (planeta, sol, estrella etc.)
Ciclo primario: es la energía vibratoria resultante de la existencia y transformación de la energía.
Este patrón se auto regula continuamente equilibrando la energía vibratoria de los infinitos ciclos primarios, ciclos intermedios, ciclos medios, y ciclos superiores; ya que en cada uno de ellos resulta una fuerza vibratoria de diferentes intervalos de intensidad.
La intensidad es más débil o mas intensa dependiendo de los objetivos que intervengan en cada uno de ellos.
A estos ciclos se les denomina también chacras.
De manera que la energía vibratoria más alta equilibra a infinitos niveles de vibración más bajos.

Los infinitos ciclos primarios, intermedios, medios y superiores están en continuo movimiento y sus energías vibratorias resultantes se entrelazan entre si, incrementando o disminuyendo la intensidad de sus propias vibraciones.
Y este patrón o equilibrio es DIOS.
¿Que sitio establece Dios para el ser humano y por qué?
Dios establece a cada objetivo un nivel de vibración en su energía y de ahí ocupa un lugar en concreto dentro de él y de un ciclo.
Es por eso que cada objetivo tiene un tiempo o duración del ciclo y según la acción requerida, el tiempo es la percepción del ser humano en el que transcurre la transformación de la acción ocupada por la energía.
¿Eso qué es?, ¿eso qué hace?, ¿eso por qué está ahí?, estas preguntas están dentro de nosotros y van situando nuestro propio lugar en Dios.
¿Qué significa esto?
Una planta ocupa un lugar en Dios como energía para cumplir el propósito de su existencia, que es producir dióxido de carbono, absorber oxigeno y servir de alimento a otras energías como animales o insectos; pero este lugar que ocupa en Dios lo establece Dios, y así sucesivamente en toda la energía.
Nosotros, como ser humano, somos nuestro propio ejemplo de Dios, ¡sí, es correcta la afirmación!, porque nuestro cuerpo es un bioorganismo, que significa que es un organismo biológico, o lo que es lo mismo, natural o perteneciente a la naturaleza, que a su vez alberga infinitos bioorganismos en su interior en cadena, o ciclos primarios, que a su vez siguen conectados a todos los ciclos infinitos. Por eso sufrimos la transformación.
¿Pero, qué ocurre con el pensamiento, los sentimientos, las ideas, y por qué está directamente entrelazado con los ciclos primarios de nuestro bioorganismo?
El pensamiento o conciencia es energía, pero el ser humano es racional a diferencia de los demás seres o energías. Y ¿la energía del pensamiento, de dónde procede?, ¿la palabra, los verbos, las letras?
Cuando estamos en la placenta somos un cigoto nuestro celebro es solamente un hemisferio, es el derecho y esta activado, y cuando vamos desarrollando todo lo demás, ya desarrollamos el hemisferio izquierdo, pero sólo sigue activo el derecho y eso ocurre hasta poco antes de nacer, donde nos encontramos en un profundo sueño. Por eso, al nacer, nos terminamos de transformar. Nuestros pulmones y todo nuestro organismo, termina su transformación y sigue en crecimiento y es ahí cuando empezamos a activar el hemisferio izquierdo por medio de nuestros sentidos. Pero hasta que empezamos a hablar, seguimos teniendo activo sólo el hemisferio derecho.
El hemisferio derecho es dios o patrón. Cuando empezamos a potenciar el hemisferio izquierdo, bajamos al mínimo la intensidad del derecho y salimos al exterior, es decir, sólo percibimos con los sentidos, pero no nos sentimos a nosotros mismos. Cuando la intensidad del derecho está en su más alto nivel, la vibración está también en su nivel mayor; y entonces ¿para qué tenemos el hemisferio izquierdo?
En cierta forma, el hemisferio izquierdo, siempre sigue conectado al derecho levemente y cuando observamos o experimentamos el amor, la felicidad, la alegría , la bondad, la piedad, la gratitud y la paz, esa unión levemente conecta la energía vibratoria de todas esas maravillosas observaciones y aumenta la vibración del hemisferio derecho.
La conciencia o pensamiento, también se distribuye por ciclos, es decir, el amor y la bondad formarían al ciclo superior, la alegría, la piedad, el afecto, el servicio, la ayuda, formarían al ciclo medio, las emociones formarían al ciclo intermedio, y las letras, palabras, ideas, y símbolos formarían el ciclo primario.
De acuerdo a la conciencia, Dios, continuamente la atrae hacia sí mismo. Esto significa que el patrón llama al patrón en función al nivel de vibración.
Dios da al ser humano la capacidad de situarse en cualquier ciclo al nivel de vibración que sea, e, incluso, de modificar la energía vibratoria dentro de su ciclo, sirviéndose de su unión con Dios.
Es decir, siempre vemos lo que somos, porque con nuestros sentidos estamos en contacto con todo, pero sólo en el momento en que nos unimos a todo podemos situarnos en todo.
Desde la perspectiva de los sentidos, es exterior, es decir, yo soy el observador. Pero desde la perspectiva en mi interior, yo soy lo que yo soy, o lo que es lo mismo, yo soy Dios.
Hasta ese momento, no nos damos cuenta de hasta qué punto influimos en nosotros mismos y en todo lo que nos rodea, y mientras no llegamos a ese momento, modificamos el patrón original de Dios intentando crearlo para nuestro propio interés, sin ver que sólo Dios crea a Dios. El problema es que, cuando modificamos el patrón, también modificamos la vibración de nuestro bioorganismo y, en esa vibración, cuando sufrimos la transformación, Dios sitúa nuestro yo (pensamiento o conciencia), en un núcleo de nivel más bajo.
El modo en que observamos y sentimos la vibración de nuestro bioorganismo es por mediación de los chacras o ciclos superiores de nuestro cuerpo, pero es el del corazón el que sentimos con más notoriedad por ser el primer chacra superior en desarrollarse.
Y es por todo esto por lo que debemos saber que el ser racional que está en todos los Universos sigue siendo humano, el ser extraterrestre es un humano porque el pensamiento se vuelve a situar y comienza su objetivo en el ser racional.
Los movimientos de la conciencia en la luz se describen como esferas de luz, que también pueden tomar formas semejantes a nubes o humo, las esferas de luz se establecen en nuevos bioorganismos (transformación en nuevo ser humano), o desarrollan alguna otra función específica, y las semejantes a nubes acceden a nuestro nivel de luz o a las demás energías.


Cuando encontramos la respuesta, es porque en ese momento nuestro pensamiento o conciencia alcanza el máximo nivel de vibración y podemos situarnos en el ciclo que queramos, con la vibración que queramos y para el objetivo que queramos, porque Dios será el que guiará nuestro estado como en todo lo demás.
¡Ya no somos el observador, ya somos lo observado, la energía, el patrón original de DIOS!

¡El lenguaje de Dios!
Vamos a ver como interactúan la conciencia, y la observación en la luz, o el lenguaje de la conciencia.
Dios establece la conciencia como esencia común del lenguaje de la luz o equilibrio en los objetivos mediante la conciencia común.
Un árbol cumple el objetivo de dios que es en general el mismo para nosotros, entonces el árbol dice yo estoy aquí cumpliendo el objetivo de dios y soy tu, por eso se nos muestra ante nosotros o ante nuestros sentidos; realmente el se esta comunicando en conciencia con nosotros porque el es conciencia en el objetivo que nos une. ¿Pero una pared, un mueble, una mesa, una revista por que se nos muestra? Es muy simple, nosotros en lo que en la luz es ser un árbol, un animal, o un gas, nosotros hemos cambiado el patrón y los objetivos de la luz, entonces la mesa dice yo estoy aquí para cumplir este objetivo o lo que es lo mismo, el objetivo enlazado a tu conciencia.
Realmente se comunica con nosotros mediante la conciencia común de la luz, y se nos muestra un árbol como se nos muestra una mesa, o se nos muestra una roca como se nos muestra una pared, porque todo es semejante en forma ante nuestra observación exterior pero ante nuestra observación interior o conciencia, todo es energía.
Cuando mantenemos conscientemente un encuentro en contacto con la naturaleza, con un árbol, una flor, un animal o el agua que fluye por un arroyo, sentimos una sensación de liberación o paz,
Por que se produce un intercambio de luz entre ellos y nosotros, y eso es un intercambio de conciencia dentro de la misma conciencia. También ocurre con la mesa, la silla o la pared, pero es porque el objetivo esta vinculado entre la conciencia de ellos y la nuestra, la mesa dice yo estoy aquí por ti, y nosotros decimos tu estas aquí por mí; el objetivo del patrón a cambiado porque nosotros hemos sustituido al árbol por la mesa y la roca por la pared.
Sabemos de seres humanos que construyen sus viviendas con materia orgánica como paja y excrementos, pero lo más importante de esto es ¡Que ellos son felices!

Existen y perpetúan su existencia manteniendo el equilibrio lo mejor que pueden; ¿Y NOSOTROS?
¡Los árboles son felices, las flores, los insectos, el aire, el cielo, la tierra, las rocas, todo, es equilibrio! y ¡El equilibrio irá al equilibrio antes o después, todo depende de dios!

El ciclo medio se reactivará, significa que dios variará la vibración o luz para que pueda prevalecer el patrón original, y tú puedes formar parte del nuevo ciclo.

¿HASTA QUE PUNTO AMAS LO QUE ERES?
¡SOLO TU TIENES LA RESPUESTA, BUSCA EN TU INTERIOR Y VERAS QUE LA FELICIDAD TIENE UN OBJETIVO COMÚN!